INGREDIENTES PARA UN PASTEL
500 g de salmón fresco
250 g de salmón ahumado
250 ml de nata del 20% de materia grasa
6 huevos enteros
Sal
Pimienta blanca molida
PREPARACIÓN Y COCCIÓN
Encendemos el horno a 180 °C.
Ponemos una bandeja honda con agua en el horno para que se vaya calentando.
La medida de esta bandeja tiene que permitir que el molde quepa bien, sobre espacio por todos los lados y el agua cubra como mínimo una tercera parte de la altura del molde. Untamos con mantequilla un molde rectangular.
Ponemos a calentar un cazo con agua y un poco de sal; cuando hierva añadimos el salmón y hervimos 5 minutos.
Una vez hervido retiramos y dejamos escurrir en un colador.
Cuando esté a temperatura ambiente retiramos la piel, las espinas y lo desmenuzamos con los dedos.
Cortamos el salmón ahumado a trozos pequeños con unas tijeras.
Ponemos en un bol el salmón hervido, el salmón ahumado, la nata y los huevos. Salpimentamos y trituramos con batidora eléctrica hasta que nos quede una pasta fina.
Ponemos la pasta dentro del molde y lo entramos al horno.
Dejamos cocer al baño María 45 minutos y una hora.
Cada horno es distinto; a partir de 45 minutos hacemos la prueba del palillo.
Una vez cocido, dejamos enfriar y lo conservamos en la nevera. Desmoldamos con cuidado y servimos adornándolo al gusto o como se ve en la foto.
PARA SABER MÁS
Si tenéis un molde de silicona, es muy adecuado para hacer este pastel; no se pega. Si utilizáis uno metálico, untadlo bien con mantequilla. Lo podemos servir a temperatura ambiente o frío de nevera. Tiene un sabor muy fino, no necesita salsa; con un acompañamiento de ensalada verde queda perfecto. Se conserva unos 3 días en la nevera. Esta receta nos la ha facilitado Pepita Guimerà.
RESULTADO
Muy fácil de preparar, elegante, buenísimo. ¡Os encantará!
Júlia