Pastel de piña

INGREDIENTES PARA 6 PERSONAS

Cobertura

60 g de mantequilla
100 g de azúcar moreno de caña
10 rodajas de piña en almíbar, 1 lata
10 cerezas confitadas


Bizcocho

210 g de harina
1 sobre de levadura química, tipo Royal
1/4 de cucharada de café de bicarbonato
1/2 cucharada de café de sal
115 g de mantequilla
200 g de azúcar blanco
1 huevo 
1 yogur natural
120 ml de leche
60 ml del zumo de piña
1 pizca de extracto de vainilla

PREPARACIÓN Y COCCIÓN

Para la cobertura
Fundimos ligeramente la mantequilla en el microondas. Cortamos las rodajas de piña por la mitad, dejamos una rodaja entera y reservamos. En un molde desmontable de 20 cm, añadimos la mantequilla fundida y pincelamos el lateral y la base. Añadimos el azúcar moreno. Ponemos encima la piña: el trozo entero en el centro y las 10 mitades escalonadas en forma de abanico alrededor. Ponemos las cerezas tal como se ve en la fotografía. El resto de piña la ponemos en los laterales.

Para el bizcocho
Calentamos el horno a 180 º C, calor arriba y abajo. En un bol mezclamos la harina, la levadura en polvo, el bicarbonato y la sal. Reservamos.
En un recipiente apto para microondas fundimos la mantequilla, añadimos los ingredientes húmedos: el huevo, el yogur, la leche y el jugo de piña.
Removemos con unas varillas hasta que quede todo bien integrado. Añadimos los ingredientes secos tamizados, en 2 o 3 veces, envolviendo lentamente con una espátula. Una vez la mezcla sea homogénea, la añadiremos al molde, sobre la base que hemos preparado. Tapamos el molde con papel de aluminio y horneamos durante 45 minutos. Transcurrido este tiempo, destapamos y lo dejamos dorar unos minutos más. Comprobamos si el bizcocho está hecho pinchando el centro con un palillo. Si sale limpio, ya está a punto. En caso contrario, lo dejamos un rato más.
Retiramos del horno, dejamos enfriar 10 minutos y lo desmoldamos dándole la vuelta. La parte inferior, donde está la piña, debe quedar encima.

PARA SABER MÁS
La idea de cocinar un pastel al revés, es una vieja técnica que comenzó hace siglos, cuando las tortas se hacían en cazuelas de hierro fundido. Era fácil añadir fruta y azúcar en el fondo de la cazuela, una simple masa de pastel en la parte superior y, una vez cocida, darle la vuelta, servir en una fuente y mostrar la fruta.

RESULTADO
Un pastel buenísimo, rápido, sencillo y vistoso. ¡Qué aproveche!

Montse