INGREDIENTES PARA 5 o 6 PERSONAS

  1 paquete de pasta filo
  800 g o 1 kg de espinacas pequeñas, frescas y tiernas
  400 g de queso griego Feta
  3 huevos de 50 g
  Unas hojas de menta fresca picadas
  Orégano seco
  Pimienta negra molida
  Sal, poca
  2 dientes de ajo picados
  50 ml de aceite de oliva virgen extra

 

PREPARACIÓN Y COCCIÓN

Para el relleno

Lavamos las espinacas y escaldamos unos 2 minutos en agua hirviendo. Las ponemos en una escurridera. Cuando se enfríen, presionamos con la mano. 

Sacamos la pasta filo de la nevera. Abriremos el paquete al momento de utilizarla.

En un bol desmenuzamos el queso con las manos, debe quedar desmigado. Añadimos los huevos, la menta, el orégano, la sal, la pimienta, el ajo y el aceite.
Lo mezclamos con el tenedor e incorporamos las espinacas bien escurridas. Mezclamos bien y ya tenemos el relleno.

Preparamos el pastel

Calentamos el horno a 150 ºC. Preparamos una bandeja rectangular de cristal. Abrimos el paquete de pasta filo. Pincelamos la bandeja con el aceite. Pincelamos también la lámina de pasta filo y la depositamos en la bandeja. La parte untada debe quedar en la parte superior. Repetimos la misma operación: untamos una hoja de pasta y la ponemos sobre la anterior,  hasta la mitad del paquete. La pasta debe sobresalir por los lados de la bandeja.

Vertemos el contenido del bol encima de las hojas. Lo repartimos de manera uniforme y alisamos la superficie.

La pasta que sobresale por los lados , la doblaremos encima del relleno; como si envolvieramos un paquete y nos faltara papel. Una vez hecho esto, continuaremos pincelando el resto de hojas de pasta filo para terminar de cubrir el relleno. Cuando terminemos, doblaremos la pasta con las manos o con la ayuda de una espátula para que quede bien colocada debajo.

Horneamos 35 minutos a 150 ºC, calor arriba y abajo, altura 2 contando desde abajo. Al terminar debe tener un aspecto dorado.

 

PARA SABER MÁS

Calentamos el horno cuando tengamos el relleno hecho. 
Cuidado con la sal, el queso feta ya lleva suficiente.
La pasta filo se seca rápidamente, abriremos el paquete al momento de utilizarla y  taparemos con un paño de cocina húmedo.

El paso de ir untando con aceite las hojas de pasta filo es lo más delicado. Si lo hacemos bien, las hojas nos quedarán separadas y crujientes. Si marcamos las porciones del pastel con la punta de un cuchillo, sólo las capas superiores sin llegar al relleno, nos resultará más fácil servirlo.

Hemos utilizado una bandeja rectangular de vidrio de 20 cm x 30 cm. Si sobra pastel, se conserva bien en la nevera y calentado al horno o en el microondas, queda bueno y crujiente.

Esta receta nos llegó de las manos de mi hermana Maribel; receta familiar de un amigo griego.

 

RESULTADO 

Una estupenda manera de comer espinacas. Este pastel queda muy bien acompañado de una ensalada de tomate.
Un pastel salado delicado y muy bueno. ¡Qué aproveche!


Júlia