INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS
750 g de calabacines
1 cebolla de 100 g
1 puerro
50 ml de aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta blanca molida
Hojas de menta fresca
Agua mineral o filtrada
PREPARACIÓN Y COCCIÓN
Lavamos las verduras. Cortamos los extremos de los calabacines y hacemos rodajas. El puerro se tiene que lavar muy bien, hacemos un corte longitudinal, abrimos y lo ponemos bajo el grifo para eliminar los restos de tierra; lo cortamos a rodajas aprovechando parte de las hojas verdes). Pelamos la cebolla y la cortamos a láminas no muy delgadas. Ponemos una olla al fuego con aceite e incorporamos las verduras. Dejamos a fuego suave unos 8 minutos hasta que las verduras empiecen a sudar; no tienen que dorarse. Salpimentamos y añadimos el agua sin que acabe de cubrir. Hervimos unos 20 minutos a fuego medio. Rectificamos de sal, apagamos el fuego, añadimos unas 12 hojas de menta y trituramos hasta que nos quede una textura muy fina. Dejamos enfriar a temperatura ambiente y guardamos la sopa en la nevera. Servimos fría.
PARA SABER MÁS
Si utilizamos calabacines de piel oscura, los pelaremos parcialmente haciendo tiras alternativamente. Los de piel más clara no los pelaremos, sólo los cortaremos los extremos. Para el puerro utilizaremos buena parte de las hojas verdes; dan muy buen sabor y vale la pena aprovecharlas. Al momento de servir la sopa la probaremos y, si queremos un sabor a menta más intenso, podemos añadir unas cuántas hojas picadas finas. Ajustaremos la cantidad de agua al gusto; más clara o más cremosa. Servimos con picatostes y unas hojas de menta.
RESULTADO
Una sopa fría muy refrescante, saludable y fácil de hacer. Con ingredientes exclusivamente vegetales, se conserva en la nevera unos 3 o 4 días.
Júlia